Mi amado habló
Levántate,
oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
(Cantares
2:10)
Dios bendiga tu vida
grandemente amado hermano, o hermana que estás leyendo esto.
Lo primero que quiero
decirte es que no es casualidad,
sino que hay una “causalidad”, hay un propósito de Dios y este es un tiempo especial de bendición en Dios
para tu vida.
En este tiempo primaveral, te digo nuevamente,
es un tiempo de milagros de despertar de Dios para tu vida.
La palabra primavera tiene
su idea en primer (prima-) verano (vera), es decir que es una etapa antes del
verano, y se dice que esta es la estación del AMOR; y esto no es porque sí
nomas, si no que se piensa que este tiempo, el de primavera, es el tiempo del mejor estado de la naturaleza, ¡Sí,
leíste bien! ¡Esta temporada es el mejor
tiempo en lo natural, de Dios, para tu vida!
La primavera está llena de
milagros. Ya que este es el tiempo en que Dios desencadena un despertar en la naturaleza
¡Wau!!!
La tierra en su rotación y
en su inclinación, se comienza a acercar al sol, luego de un largo invierno, esto
hace que los días empiecen a ser mas cálidos, la luz
solar va de aumento en
aumento, de día en día. Las noches comienzan a ser más cortas y los días
comienzan a ser más largos; esto no solo es una sensación si no que los días
efectivamente aumentan alrededor de ¡dos
minutos por día! Amanece un minuto más temprano y se oculta el sol un
minuto más tarde. Y eso ocurre, y va de aumento en aumento hasta el 21 de
diciembre, donde la tierra comienza a alejarse nuevamente del sol.
Pero en este tiempo de
primavera los arboles, las flores y las plantas son las primeras en percatarse
de estos cambios ¡Es el comienzo de un maravilloso despertar! ¡El invierno ha
pasado!
La luz del sol desencadena
la Fotosíntesis y todo en la naturaleza dice despierta, despierta, despierta…
¡Un nuevo tiempo ha
llegado!
Los arboles que parecían
secos renuevan sus hojas,
Primavera dice: es tiempo
de renuevos, es tiempo de despertarse…
“Porque he
aquí ha pasado el invierno,
Se ha mudado, la lluvia se fue;
Se han
mostrado las flores en la tierra,
El tiempo de
la canción ha venido…
…En nuestro
país se ha oído la voz de la tórtola.
Levántate, oh
amiga mía, hermosa mía, y ven…” (Cantares 2:11-14)
No es casualidad que se
diga que la primavera es la estación del amor, ya que las praderas se llenan de
verdes hierbas y los arboles de brotes. Comienza a haber un tiempo de
abundancia en los campos y Dios, nuestro Dios, les dice a los animalitos por
medio del instinto:
¡Este es el tiempo del
amor! ¡Este es el tiempo de la abundancia! Por eso las mayorías de los animales
se aparean en primavera y tienen crías en esta estación ¡Que mejor tiempo que
este!
Por eso hay corderitos y
becerritos saltando y brincando por las praderas, los cuales son un espectáculo
de celebración a la vida
“Mi amado es
semejante al corzo,
O al
cervatillo”
Ya “se ha oído la voz de
la tórtola”, los pajaritos juegan y cantan. La naturaleza se viste de color y
canción, mientras dice el Cantar de los Cantares
“La higuera
ha echado sus higos,
Y las vides
en cierne dieron olor;
Levántate, oh
amiga mía, hermosa mía, y ven”
Si hubiera nacido en estos
lares, el escritor tal vez diría:
“¡Los
aromitos han florecido! ¡Los lapachos ya están en flor!”
Es el despertar de las canciones,
el despertar del amor, y en la naturaleza es el despertar de un nuevo tiempo de
Dios. No sé si sabías, ¡pero aun para el
hombre y la mujer este es un tiempo especial! Y es que sucede que, el clima
más cálido, el florecer de los colores, el canto de las aves; todo comienza a generar
en nosotros una sensación de bienestar, de actividad: ¡El día esta hermoso!
Decimos, y es que en nuestro cerebro a través
de todo esto se genera una droga natural que nos hace muy bien y nos llena de ánimo
llamada Dopamina.
Este mi hermano es un
tiempo especial de renuevo en Dios. Ya se escucha la voz del Señor, solo la
Sulamita, que estaba durmiendo, aun no se daba cuenta de que el tiempo había
cambiado.
Ya se escucha
la voz de la tórtola, levántate, amiga mía hermosa mía, paloma mía, y ven…
Atisbando, llamando, buscando,
mirando por las celosías
El señor te dice ven a
disfrutar de este nuevo tiempo de Dios.
Sí, el invierno ha sido
duro.
Sí, la prueba ha sido
fuerte.
Sí, la soledad ha dejado
huellas.
Pero…
Pon tus manos en tu pecho,
respira hondo, aprieta un poco y aguarda
un momento en silencio,
¿Puedes sentirlo? ¿Puedes escucharlo?
Dentro tuyo, en tu pecho,
un poco al lado izquierdo…
¿Puedes oírlo?...
Se llama… latido.
Se llama… propósito.
Se llama… todavía estoy
vivo.
Se llama… no me mató, fue
duro, pero hoy estoy aquí, estoy aquí y hoy estoy vivo, y si vivo es porque
Dios todavía tiene un propósito para mí en esta vida.
Primavera es tiempo de
despertar, todo a tu alrededor te lo dice, todo afuera te lo dice, todo dentro
tuyo te lo dice…
Puedes escucharlo? Tras la
pared, por las ventanas, atisbando por la celosías…
Levántate, amiga mía, hermosa mía y ven…
Con cariño pastor Leonardo
Blanco, desde Sauce, Corrientes.
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