lunes, 31 de octubre de 2016

Deja ir a mi pueblo ha dicho el Señor

Y EL PUEBLO CREYÓ

Y el pueblo CREYÓ; y  oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron.
(Éxodo 4:31)

Así termina el capítulo 4 de Éxodo, en el verso 31; es un gran párrafo de la biblia. Moisés, vuelve del desierto de pastorear ovejas, lo cual había estado haciendo durante 40 años, y vuelve (otra vez digo), a los hijos de Israel, que hasta ese entonces estaban de esclavos en Egipto, a ellos llega con una palabra profética y una revelación de Dios. Dios, dice, se me ha revelado en el desierto en medio de una zarza que ardía en fuego y que ese fuego no la consumía; y me ha dicho, dice Moisés: dile a faraón que deje ir a mi pueblo…
¡La  noticia era para más que ponerse alegres!
Y realmente eso fue lo que hicieron.
Imagínese usted tras cuatrocientos años de esclavitud Dios había escuchado sus oraciones, Dios había escuchado su clamor, y lo mejor de todo es que Dios, había decidido intervenir a favor de su pueblo (Éxodo 2: 24 – 25). Pero eso no es todo, hay algo mas y es que el pueblo CREYO, y no solo eso, sino que dice que el pueblo ADORÓ (Ex 4:31)
¡Qué maravillosa experiencia! Cuanta alegría deben haber sentido aquellos que recibieron esas hermosas palabras de parte de Dios a través de su siervo Moisés.
Pero esperece mi hermano, que esto aquí recién empieza a ponerse bueno. Ya que inmediatamente después comienza e capitulo 5 en el cual Aarón y Moisés se presentan con toda la euforia y con toda la fe diciéndole desafiantes a faraón “Dios ha dicho deja ir a mi pueblo a rendirme culto” (Ex 5:1)
¡Wuau! ¡Que poder! ¡Qué unción! ¡Qué autoridad!
Excelentes palabras diríamos: ¡Bien Moisés así se habla!
Me hace recordar a los cultos en las iglesias
Cuantas veces recibimos una palabra de parte de Dios. Y creo que realmente la recibimos. Y creo que realmente creemos.
¡Vas a ser prosperado! ¡Amén!
¡Vas a ser bendecido! ¡Amén!
¡Dios va a obrar un milagro a favor de tu vida! ¡Amén!
¡Claro que si, el gozo llena nuestros corazones!
Que tremendo es poder sentir eso.
Pero luego de un domingo en la iglesia, déjeme decirle y seguramente usted ya se ha percatado de eso...Luego de un culto de domingo de fuego, hay también un LUNES…
Y el Lunes… O la a vuelta casa… O la vuelta a nuestros esfuerzos… O podría ser el capitulo 5:2 de Éxodo.
La respuesta de Faraón, a Moisés.
-¿Y quién es Jehová para que yo oiga su vos? ¿Quién ese Dios del cual me hablan?
NO LOS DEJARE IR…
¡¡¡Que!!!
¿Cómo? ¿No teníamos la palabra? ¿Cómo? ¿Acaso no bailamos y cantamos, y volvimos a bailar y, a cantar y a declarar, y a cantar y a bailar nuevamente?
¿Qué paso entonces?
Lo primero que quiero decirte es que no decaiga tu fe, si Dios dijo que iba glorificarse, El lo hará. Manténgase firme, declare y aférrese a las promesas que el Señor le dio. El Señor sostendrá su palabra “Cielo y tierra pasaran pero mis palabras no pasaran” (Mt 24:35)
El día que en que Moisés se presento ante Faraón no fue fácil, a Moisés y a Aarón los sacaron a la rastra y a empujones del palacio real pero antes de irse la palabra soltada ante Faraón retumbo en los pasillos, y esas palabras cobrarían más fuerza día, tras día. Faraón y todos que lo oyeron entenderían el significado de
DEJA-IR-A-MÍ-PUEBLO-HA-DICHO-EL SEÑOR
La respuesta de Dios no se dejo esperar.
El agua de Egipto se convirtió en sangre.
Egipto y Faraón ya no estaban tan cómodos como antes, había comenzado un proceso, el determinaría que lo que Dios dijo se cumpliría si o si. Y pronto las ranas invadieron las ciudades, y el palacio, y las camas, y las comidas  ¡Guácala! ¡Qué asco! Algo comenzó a cambiar a favor del pueblo de Dios.
Y a Faraón cada vez se le hacía más difícil quitar de su mente las palabras:
-Deja ir a mi pueblo ha dicho el Señor
Y el viejito Moisés, era más de temer de lo que se pensaba.
Y, Egipto se lleno de piojos, tantos y a tal punto que aun el polvo de la tierra se transformó en PIOJOS (Ex 8:17)
Y otra vez esas palabras…deja ir a mi pueblo a rendirme culto ha dicho el Señor (Ex 5:1)
Y antes de que se repusieran de lo anterior, vieron nubes en el cielo, y este se oscureció, y el terror reino en el país, no eran nubes de agua, eran MOSCAS (Ex 8:24). Moscas en multitud; moscas sobre Faraón, sobre sus siervos, moscas sobre todo el reino, moscas, moscas, y más moscas molestísimas…(Ex 8:24)
Los nervios en palacio, y en Faraón eran evidentes y la preocupación iba en aumento también.
Y llega Ex 8:28. Faraón acepta dejarlos ir…un poco con tal que no vayan lejos.
Dios ha determinado bendecirte y no hay diablo ni Faraón que diga donde debes detenerte o que diga dónde está tu limite. Dios ha determinado tu destino y no va a haber Faraón que te frene. Dios ha determinado que vas a llegar lejos, NO PERMITAS QUE NADA TE DETENGA…
No hay acuerdo con Faraón, y el azote fue terrible. El ganado de los egipcios enfermó con plaga. La plaga que inundó los campos, afectó a las ovejas, a los camellos, a los asnos, a los caballos y las vacas. La peste fue gravísima y todo el ganado murió (Ex 9)
Todo era de lamentar, parecían todas las pesadillas juntas hechas realidad en los egipcios, y ni siquiera tenían tiempo de lamentarse. Porque pronto hubo ulceras el toda la tierra, estaban todos enfermos (menos los israelitas). Y pronto el granizo… Cayo con una ferocidad nunca antes vista, “granizo y fuego” (Ex 9:24) desgajo los arboles y destruyó toda la cosecha. Ahora estaban enfermos, sin ganado, y con la cosecha destruida.
Otra vez una nube negra se levantaba en el horizonte, esta vez no eran moscas, pero tampoco eran nubes de lluvia.
Algo peor venía en camino…LANGOSTAS.
¿Qué más se puede decir? Esta descripta en Ex 10, y no hace falta mucha imaginación para darse una idea el espanto que significo eso.
Y Faraón no soporto más.
Ex.10:8 al 11… Faraón los deja ir hasta donde quieran. Pero pone otra trampa del diablo, astuto como el solo. No quiere que salgan las mujeres y los niños…
¿Cómo? Solo los hombres les dice (Ex 10:11)
Dios vino a libertarte completamente, con tus hijos, con tu esposa y con toda tu familia. Faraón no determina quien sirve a Dios y quién no. Dios ha determinado salvar a TODA tu familia. No aceptes menos que eso. Moisés no lo aceptó. El la tenía clara.
Y la novena plaga llegó…TINIEBLAS. Terror y espanto nunca antes vistos en Egipto tres días de total oscuridad hasta que Faraón dejara ir a los hijos de Israel.
Y Faraón dejó ir a los hijos de Israel, o tal vez eso parecía, dijo que los dejaría ir y dijo también que vayan las mujeres y los niños y las familias. Pero, con sus últimas fuerzas el diablo intentó arrebatarles algo Ex 11:24 al 29
Les dijo váyanse, váyanse eso sí, pero queden sus ganados, queden sus tesoros y sus bienes.
Dios te llamo a victoria total y eso incluyó victoria en lo material también. Moisés no aceptó el trato, NADA QUEDARÁ DE LO NUESTRO EN EGIPTO y no solo eso TÚ TAMBIEN NOS DARÁS (Ex 11:25)
Y llego la decima plaga…
La más trágica de todas. No hace falta ni detallarla. (Ex 12)
La historia la conocemos bien, no hay Faraón ni obra del diablo que detenga la palabra que Dios a determinado sobre tu vida.
El Señor ha determinado bendecirte, y El lo hará.
El Señor ha dicho “cielo y tierra pasaran pero mis palabras no pasaran” y Él lo hará.
Y si el Señor a dicho que el diablo tiene que soltar algo, es mejor que mas temprano que tarde lo haga, porque Dios ha salido a batallar a favor de su pueblo. Su nombre de guerra es Jehová, su nombre es temido en la tierra.
Dios te va a librar no limitadamente, sino hasta donde Dios diga.
Dios te va a librar no solo a algunos de tu familia, sino a todos.
Dios te va a librar, y no solo en lo físico, y no solo en lo espiritual, Dios también te va a librar en lo material.
Y el pueblo de Israel salió con mano poderosa y con gran gloria (Ex 13:3) y todos vieron cuan grande Dios tenían ellos. Y todo van a ver cuán grande Dios hay sobre tu vida.
Con cariño pastor Leonardo Blanco desde Sauce, Corrientes, Argentina. Iglesia Puerta del Cielo



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