Siempre me ha llamado la atención la cantidad de veces que
la Biblia habla de libros escritos en los cielos.
¿Cómo es esto?
Pues por ej. El
Salmista dice hablando de Dios:
“Mi embrión vieron
tus ojos y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosa que fueron luego
formadas, sin faltar una de ellas” (Salmos 139:16)
Y en otro
pasaje en el Salmos 40:7 “...En el rollo está escrito de mí” dice
David; y también en otro salmo en el 56:8 David dice hablando de sus angustias
y de sus lágrimas que todas ellas estaban en el libro de Dios.
No sé a usted, pero esto a mi me parece por lo
menos sorprendente.
¿Que hay un libro
que habla de usted y de mi, y que está escrito en los cielos? ¡Wau!
También se
nombra otro libro importante en los cielos, ese libro es tremendo y bastante
diferente al antes nombrado, se dice que allí se lleva el registro de todos los
que han de ser salvos. Se dice, también de ese libro, que antes de entrar en
los cielos un ángel va a mirar que primero nuestro nombre este escrito ahí para
luego dejarnos pasar.
¿Se puede imaginar lo terrible de ese libro?
A este libro
celestial se lo llama en Apocalipsis 20:15 “El Libro de la Vida” y se dice que
es de “vital” importancia que nuestro nombre esté escrito en él, pues “el que
no se hallo inscripto en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Ap.
20:15).
Será también
por eso que se les pide a los nuevos creyentes que en la oración de entrega
digan:
-Y anota mi
nombre en el libro de la vida…
Y de ahí
también será el temor de muchos cristianos al leer en Ap. 3:5 “al que venciere
no borraré su nombre del libro de la vida”
¿Será que
Dios también tiene gomas de borrar en los cielos?
La verdad; no
lo sé.
Pero lo que
si dice es que hay “libros” y que un día estos libros serán abiertos, y que
serán como ninguna otra escritura antes vista, recuerde Apocalipsis 20:11-15
que dice que el cielo y la tierra huirán cuando estos se abran.
Siempre me
pregunté ¿Cómo serán estos “libros”? ¿Que tapa tendrán? ¿Qué hojas tendrán? Y
acaso ¿Con que tinta estarán escritos?
Algún poeta dijo: “con tinta de oro y pluma de
plata”. Pero lo cierto es que no lo sabemos, es más, ¿Tendrán esos libros
trazos de la escritura de Dios? Y si los tiene ¿Cómo será la letra de Dios?
Viéndolos
desde ese punto de vista es maravilloso ¿no?
Me refiero a
poder conocer la escritura de puño y letra de Dios.
Pero estos
libros están en los cielos.
Ahora,
¿Será que un Dios que habla de varios libros
en los cielos alguna vez habrá escrito algo en la tierra?
Y es ahí una
respuesta sorprendente que da la Biblia, y es que en ella se registran por lo
menos tres trazos de las escrituras de Dios.
¿Dónde?
La 1° es en
Éxodo 31:18 en donde se habla de unas tablas (de piedra) que fueron escritas
por el propio “dedo de Dios”. Dios tocaba la piedra y esta se astillaba
formando palabras y letras que formarían lo que luego se llamó “las tablas de
la ley”.
Lamentablemente
en un arranque de ira Moisés al bajar del monte las hace pedazos a estas tablas,
y luego el mismo (Moisés) tiene que cincelar otras porque Dios no quiso volver
a escribirlas.
Pero aun hay
una 2° escritura de Dios registrada en la Biblia, y esta está en Daniel 5:5
cuando un rey pagano tomó de los enseres del templo para hacer una fiesta.
Y… ¿Dónde fue
que escribió Dios? En una pared. ¿Qué escribió? Mene, Mene, Tekel, Uparsin.
¿Qué significa? Básicamente, pesado has sido en balanza y fuiste hallado falto
(Daniel 5:24-25).
Si
interpretáramos estos dos pasajes, podríamos llegar a decir que:
1°Hay una ley
dada por Dios, y 2°que conforme a esa ley pesado hemos sido en balanza y fuimos
hallado faltos…
Es fuerte,
pero es verdad.
Ahora,
dijimos que hay por lo menos tres escrituras de Dios registradas en la Biblia,
la pregunta obvia a seguir sería ¿Qué dice la tercera escritura?
La historia
de la tercer escritura de Dios está en Juan capitulo 8.
Era una
mañana tranquila, al menos para Jesús y por lo menos hasta ese momento. Como
dijimos, era una mañana tranquila junto al templo de Jerusalén; Jesús, sentado
enseñando, la gente escuchando. De pronto alborotos, gritos, una turba de
fariseos y escribas con piedras, gente empujando a una mujer mal herida y humillada públicamente ,más que
empujando prácticamente arrastrándola con ira, hasta acercarse al maestro, y es
justamente así como se presentan ante él, diciendo:
- Maestro…Esta mujer ha sido sorprendida en el acto
mismo de adulterio.
Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres.
Tú, pues, ¿qué dices?
(Juan 8:4-5).
Y es justo en el versículo siguiente donde se da la
tercera escritura.
“..Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en
tierra con el dedo” (Juan 8:6)
No sabemos lo que escribió, no sabemos que puso con su
dedo el Señor ese día en Jerusalén hace dos mil años. Pero si sabemos el efecto
que tubo. Uno a uno comenzaron a irse los que acusaban a esta mujer. La mujer
fue salva. La mujer no fue apedreada, no pudieron condenarla. Y Jesús, al
levantar la vista no ve a nadie, todos se habían ido:
-¿Dónde están?...
¿Donde están los que te acusaban mujer?…
¿No te pudieron condenar?
-No Señor-Responde tímidamente ella
-Ni yo te condeno-le dice Jesús…
Hace algo más de dos mil años una mañana en Jerusalén,
alguien llamado Jesús escribió con su
dedo en tierra. Frente al odio, frente al rencor, frente a la condenación,
frente a la muerte, frente a una mujer.
Algo escribió aquél carpintero de galilea allá en
Jerusalén.
La verdad, no sabemos bien qué escribió, pero lo que sí
sabemos es que resultó de esa escritura y fue en verdad, gracia, misericordia y
perdón.
Con cariño pastor Leonardo Blanco, iglesia Puerta del
Cielo de la ciudad de Sauce, Corrientes.
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