miércoles, 16 de abril de 2014

Jonas

¡Estoy que me muero de rabia!






Alguien dijo que el 80% de lo que nos pasa, es por como reaccionamos frente a lo que nos sucede.
Un día un hombre salió a caminar por el campo y todo era queja, miraba hacia abajo y decía:
 -¡Que feo este suelo! ¡Me lleno de barro! ¡Me ensucio los pies!
 Otro hombre caminaba por el mismo lugar y con su mirada en el cielo decía:
- ¡Qué bello lugar! ¡Viendo las estrellas y la maravillosa creación de Dios!, ¡Sin dudas en este lugar uno se siente muy bien!
Mucho de lo que sentimos depende del cristal con que lo miremos.
Siendo pequeño, mi abuela me regalo una Biblia, era una Versión Popular; es una biblia que está en lenguaje más sencillo y para amenizar la lectura tiene dibujitos. Cierto día me llamó la atención aquel que graficaba Jonás capitulo 4, era un hombre erguido desafiante de cara al cielo y con su puño cerrado. El versículo 9 del capítulo 4, en Versión Popular, decía Dios preguntándole a Jonás  “Te parece bien enojarte así?...Claro que me parece bien respondió Jonás ¡Estoy que me muero de rabia!”. La versión Reina Valera dice “Mucho me enojo hasta la muerte”. Pero aunque muchos no sepan Jonás es uno de los libros más peculiares de la Biblia. Es el único libro que termina con una pregunta. Jonás es uno de los personajes bíblicos más reconocidos aun por aquellos que no son tan asiduos a la lectura bíblica; hasta los niñitos saben que a Jonás se lo trago una ballena, dicho sea de paso la Biblia no dice que a Jonás se lo haya tragado una ballena si no “un gran pez” (Jonás 1:17), por eso es que algunos descartan la ballena porque esta es un mamífero y no un pez. Y otros más chistosos dicen que la ballena no puede ser porque va-llena J entonces no podía llevar a Jonás.
Pero lo cierto es que la mayoría sabemos la historia de Jonás y que este es uno de los personajes bíblicos más reconocidos dentro y fuera de la iglesia. Otra virtud de Jonás es que es uno de los pocos nombrados del A.T. por Jesús. Y es mas Jesús se compara con Jonás diciendo “como Jonás soy yo” no que Jonás se compare con Jesús si no que Jesús se compara con Jonás. A demás de ello el libro de Jonás en la Biblia tiene un record  que ningún otro libro de la misma tiene; y es que  Jonás contiene, por lo menos, un  milagro por capitulo; aunque claro solo tiene 4 capítulos.
En el primer capítulo se desata una tormenta en el mar y, al Jonás tocar en agua, esta se aquieta milagrosamente y se salvan los navegantes que estaban a punto de perecer. En el segundo capítulo está la narración más conocida de Jonás, este, es tragado por un gran pez y sobrevive tres días, sano y salvo en el vientre del pez, hasta que lo vomita en tierra.
En el tercer capítulo otro milagro no menor ocurre; Jonás, sin megáfonos, sin micrófonos, altoparlantes o, propagandas, predica a Nínive, y en un solo día se convierten ciento veinte mil personas, desde el rey hasta el más bajo de lo vasallos. Y no solo eso sino que TODOS (Jonás 3:5-7) proclamaron ayuno, hasta a los animales se les negó el alimento y Dios decide salvar la ciudad en su infinito amor y misericordia. Por último en el capitulo cuatro está el milagro con el que termina el libro. El sol quema a Jonás y necesita sombra, Dios hace que en un solo día una plantita nazca y crezca por lo menos más de metro y medio, para dar sombra al profeta demás está decir que no hay  planta en el mundo que crezca más de dos centímetros por día; la calabacera, que cubrió a Jonás solo podría ser obra de un milagro de Dios. Por todo lo dicho podríamos creer que tal vez Jonás fue un profeta muy admirado y que muchos quisieran ser como él, por los milagros que ocurrieron a través de su vida.
Pero lo cierto es, que no.
Muy pocos, quizás casi nadie se quiere parecer a Jonás.
¿Porque?
Con todos los milagros que hizo ¿por qué no fue un referente (bueno) de los siervos de Dios?
¿Acaso no vemos los milagros que ocurrieron?
Pues lo más probable es que no.
¿Porque?
Porque ni siquiera el mismo Jonás los ve, por lo menos nunca los agradece, nunca se lo ve alabando a Dios, ni diciendo ¡gracias Señor!
Lo cierto es que siempre se lo ve quejándose, malhumorado, refunfuñando y, diciendo:
- ¡Estoy que me muero de rabia!
Qué triste tan tremendo siervo de Dios tirando todo por la borda por su mal carácter.
Por no ver la obra de Dios en su vida y no darse cuenta cuan maravillosas cosas estaba Dios haciendo a su favor.
Jonás tremendo siervo de Dios pero ¡Que carácter!
El señor nos ayude cada día a mejorar nuestro carácter y ser cada vez mas agradecidos por los buenos favores de Dios, y tal vez veríamos cuantos milagros Dios hace a diario por nosotros.


Pastor Leonardo Blanco (Iglesia Puerta del Cielo, Sauce, Corrientes)

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