martes, 24 de enero de 2012

Regresa a casa...



El día que decidió marchar de casa, ni siquiera dijo adiós a los suyos. Dejó atrás la familia y todos los recuerdos que formaban parte de su vida. Quería ser libre. Un año después vio que había perdido el tiempo, la salud y el dinero. Iba caminando perdido por las calles solitarias de una gran ciudad, y no dejaba de pensar en los suyos. A veces le venía la idea de volver a casa, pero la descartaba: no sabía si sería bien recibido, después de tanto de tiempo de haber marchado. Pero un día va se decidió a escribir una carta a los de su casa. En ella les pedía perdón y les decía que se moría de ganas de volver a casa, pero que no se atrevía a pedirlo, porque no sabía cómo lo recibirían. Al final de la carta les decía que si ellos (sus padres y hermanos) estaban dispuestos a acogerlo, que pusieran un pañuelo blanco colgado del árbol que había junto a la casa, al lado de la vía del tren. Si veía el pañuelo, bajaría en la estación y volvería a casa. Pero si el pañuelo no estaba, aceptaría la decisión de la familia y continuaría su viaje.
Durante el viaje en tren a su ciudad, estuvo todo el rato pensando en el árbol. Unas veces se lo imaginaba con un pequeño pañuelo blanco colgado; y otras veces también lo imaginaba con las ramas vacías, sin ninguna señal de su familia.
Cuando el tren pasó veloz junto a su casa, miró el viejo árbol... y no pudo reprimir un gesto de alegría: no había sólo un pañuelo blanco atado a una rama; todo el árbol estaba lleno de pañuelos, grandes, pequeños, blancos, de colores... Como si hubiera florecido el perdón, un perdón total, que olvida todo, y que da la oportunidad de volver a empezar...
¿Sabremos nosotros dar otra oportunidad a aquellos que creemos que no se han portado bien con nosotros?

Lucas 15:11 nos relata que cuando el hijo prodigo vuelve a la casa de su padre
»Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó.21 El joven le dijo: "Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo." [a]22 Pero el padre ordenó a sus *siervos: "¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies.23 Traigan el ternero más gordo y mátenlo para celebrar un banquete.24 Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado." Así que empezaron a hacer fiesta.

Jesus dijo : ''Que hay fiesta en los cielos cuando un pecador se arrepiente''

El dijo tambien:'' Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que viene a mí, de ningún modo lo echaré fuera''

Mi hermano y amigo si hoy te encuentras en esta situacion el Señor te dice:
Dame, hijo mío, tu corazón
y miren tus ojos mis caminos. Proverbios 23:26

Hermosa Reflexión basada en la parabola del Hijo Prodigo...muy similar a lo que el pastor Leo Blanco compartió junto a la congregación el  domingo 22/01/2012. 
Bendiciones hermanos/as

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