¿Qué es lo primero que hacemos?
¿Qué es lo primero que hacemos al despertarnos? ¿Tomar
mates? ¿Ir al baño? ¿Despertar a los niños? ¿O tal vez abrasar a nuestra
esposa, y remolonear un rato más? ¿Levantarnos e irnos a orar?
Pero
en realidad,
¿Qué es lo primero que hacemos al despertar?
Si usted es como yo, y es muy probable que lo
sea, hace lo que la mayoría de las personas hacemos; mirar la hora. Desde la
mesita de noche aquel pequeño adminiculo nos señala el rumbo, nos dice donde
estamos con respecto a la jornada, si podemos descansar un rato mas, si hay
tiempo de desayunar, o si tenemos que saltar como un rayo y correr, correr, y
correr…
Es
increíble como desde el primer despabilar el reloj empuja y continua durante
todo el día, nos lleva de un lugar a otro, corta conversaciones, limita nuestro
descanso, se mete en nuestras relaciones y hasta en nuestras comidas, y en todo
lo que puede; alguien dijo “el tiempo es tirano” y es que es quizás como muchos
lo vemos.
Detrás nuestro con un látigo, no de cuero, no
una fusta, pero sí un azote de horas minutos y segundos
-¡Más
rápido!
-¡Vamos,
mas rápido!
-¡Vamos,
vamos! no hay tiempo-nos dice, mientras nos toma de la mano y nos hace salir
corriendo otra vez
Desde
Agustín en el siglo IV que decía “si me preguntan que es el tiempo lo sé; si me
piden que lo explique no lo sé”, hasta estos tiempos modernos con los infinitos
escritos de Stephen Hawking, el hombre todavía no sabe bien lo que es el
tiempo.
Pero
aunque no sabe bien lo que es, lo hemos aprendido a medir con mucha precisión y
paradójicamente esto ha hecho que el tiempo gobierne mas sobre nuestras
personas.
Pero
tal vez no sea tanto lo que gobierne, si no lo que aflige.
De
ahí que una de las bellas promesas del paraíso es que “el tiempo no sería más”
(Apocalipsis 10:6).
Pero
mientras tanto aquí en la tierra, dice el sabio Salomón, “todo tiene su tiempo”
en una excelente exposición del predicador en Eclesiastés capitulo 3, que le
animo a leerlo unos versos mas, y algunos
otros más y si tiene “tiempo” solo un poquito más hasta el 11 ya que ahí
se nos da una clave “(Dios) Todo lo hizo hermoso en su tiempo”.
No
somos maquinas, tampoco objetos; el sistema te asigna un numero.
“La bestia”
su nombre es un numero, pero Dios nos llama por nuestro nombre. Somos personas.
Tenemos errores e igual nos acepta. No somos perfectos pero igual nos ama. No
somos robots, nos creo para tener relación con El y relacionarnos los unos con
los otros.
En
toda la biblia se menciona en una sola ocasión el reloj, en el libro de Isaías
capitulo 38, era el reloj de un rey al cual su tiempo se le había terminado El
Reloj de Acaz, pero Ezequías oró y pidió misericordia a Dios y Dios retrocedió
los grados del reloj de sol demostrando que Él es aún el Señor de los tiempos.
Y dio vida a Ezequías quince años más. El cuerpo nos da señales, nuestros hijos
nos dan señales, nuestro entorno nos da señales. Y es más que difícil con
compromisos que cumplir con presiones que soportar. Pero muchas veces Dios nos
está llamando la atención para que la próxima vez que miremos la hora nos
preguntemos realmente ¿Qué estoy haciendo con mi tiempo?
¿Quién es mi señor el reloj o Dios?
A veces
podemos tomarnos un momento más con la familia, charlar un ratito mas, no salir
tan rápido cuando termina la reunión. Se puede disfrutar un rato mas sin estar
mirando tanto la hora.
El
Señor es mi pastor nada me faltará (Salmos 23)
Mi
presencia irá contigo y te daré descanso (Éxodo 33:14)
En tu
mano están mis tiempos (Salmos 31:15)
Y no te
olvides que “Todo tiene su tiempo” y que Dios “todo lo hizo hermoso en su
tiempo”
Con
cariño pastor Leonardo Blanco
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