“Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo”.
Gálatas
4.1
Este es un signo distintivo de muchos
creyentes en este tiempo, a pesar de ser herederos viven como esclavos porque
no han madurado y siguen siendo como niños.
La diferencia en nuestra forma de
vivir está directamente relacionada con el grado de madurez que poseemos en
cada área de nuestra vida a la hora de actuar.
No alcanza con ser heredero, también
hay que actuar como uno, porque en definitiva nuestro comportamiento es el
responsable de la vida que desarrollemos en esta Tierra.
·
El
inmaduro viola principios y cree que nada le sucederá.
·
El
inmaduro actúa de forma caprichosa, no sabe
esperar, lo quiere ya.
·
El
inmaduro reacciona de forma impulsiva, sin meditar ni medir
las consecuencias.
·
El
inmaduro maneja su vida de acuerdo a lo que le gusta y no de
acuerdo a lo que le conviene.
·
El
inmaduro se maneja de acuerdo a lo que siente y no por
obediencia.
Este es tiempo de madurar en todas
las áreas de nuestra vida. Primero para bendición propia, y también para ser de
testimonio a los que nos rodean.
No te olvides que Cristo vino para
que tengas vida, y vida en abundancia, y no para que vivas como esclavo, para
esto es imprescindible madurar.
Sos un hijo de Dios, heredero y
coheredero con Cristo, no te conformes con menos, desarrollá madurez en tu vida
y toda esclavitud se irá de ti.
Necesitamos comprender que el aceptar
a Cristo como Salvador nos da la vida eterna, y el hacerlo Señor de nuestra
vida obedeciendo los principios de su Palabra nos da la victoria en esta
Tierra.
Fijate en qué área de tu vida vivís
en esclavitud, y madurá en esa área cuanto antes para dejar de ser un niño y
empezar a vivir como un verdadero heredero.
Yo bendigo tu vida
con una unción de madurez, para que a la hora de actuar lo hagas como un
heredero y alejes de vos toda inmadurez, habiendo crecido y dejando de ser un
niño.
Fuente: Principios para el éxito Pastor Daniel González
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