Sólo por que tenemos una promesa no quiere decir que el camino para llegar a ella va a ser fácil. La adversidad es una constante en la vida.
No vamos a tener uno o dos casos de adversidad en la vida, van a haber muchos casos de esto y de obstáculos en nuestra contra. Jesús nos advirtió esto, la buena noticia es que nosotros ganamos al final.
Por medio de controlar nuestras emociones, podemos controlar nuestra reacción a la adversidad. Si vamos a poder alcanzar todo lo que Dios tiene para nosotros, debemos ir más allá de nuestras adversidades para poder encontrar una nueva forma, o una forma diferente de vencer este proceso.Considera una o 2 adversidades, las mayores que tengas.
En tu tiempo de oración, habla con Dios acerca de las formas que tomaste o dejaste de tomar para controlar tus emociones hacia estas experiencias.
Toma el compromiso de reforzar tus respuestas emocionales que tuviste o bien, aprende de estas para actuar mejor en el futuro.
-->Recuerda, todos nos encontramos con adversidades o limitaciones en la vida. Aunque tengamos muchas razones o excusas para nuestras limitaciones, no tenemos excusa alguna para no hacer lo que sea por vencerla. Las limitaciones vienen atadas a la forma en la que nos vemos a nosotros mismos, quienes somos hoy, y quienes seremos en el futuro.
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