

quería saber que debía hacer para poder encontrar a Dios.
Preguntó a un hombre muy sabio
que vivía en las afueras del pueblo y éste le llevó a la montaña,
y no le dejó beber agua en dos días.
Luego le llevó a una naciente en el
suelo donde nacía el río que abastecía a todo el pueblo.
El sabio le dijo:
- "Sabes que debes beber agua para sobrevivir
¿Cómo tomarías de esta agua en este momento?"
El hombre se arrodillo y bajando su cabeza bebió del agua que brotaba
del suelo. El hombre sabio le dijo:
"Es exactamente lo que debes hacer para encontrar a Dios.
Dejar a un lado tu orgullo, reconocer tu necesidad de agua, o sea Dios, arrodillarte e incluso humillarte hasta llegar al suelo.
así mismo para salvar tu alma debes humillarte,
reconocer que sin Dios no tienes salvación y humillarte...tu recompensa...
será poder beber del agua que salvará tu vida."
Jesús dijo: “mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Juan 4:14 .
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