jueves, 2 de junio de 2011

Una receta llena de cariño


Salí corriendo de la escuela primaria,
y al llegar a casa me arroje a los brazos de mi mama.
-Nadie me quiere en mi clase!.-le dije sollozando.
.-¿Por què me dices eso ?-me pregunto mi mama alisàndome el cabello con sus suaves manos .
-Porque en el recreo un niño me gritò :
"¡Martita, Martita, lenta como una tortuguita, rechoncha como una pelotita !"
Y luego todos se pusieron a repetirlo .Mama?... No estoy gorda, ¿verdad?...
-Claro que no hija. Solo es una rima tonta.
- Pero todos los niños se rieron de mi -Replique resollando.
- Pues, entonces el remedio es que tu también participes de la diversiòn.
-¿Pero còmo , Mamà?
-¡Pues con unas BISCOCHITAS !- Dijo con sus ojos radiantes.
-¿Biscochitas?-Dije
-Si,- me dijo- Las biscochitas de Martita.
y ¿sabes que? vamos a hacer unas ya mismo.
Al poco rato, la cocina se llenò del olor al chocolate, al coco, a la manteca y a las nueces.
Cuando la preparacion estuvo lista , mama la saco del horno con una enorme sonrisa.
-¿Cuantos niños hay en tu clase?-Me pregunto.
-Veintitres- le dije.
-Entonces vamos a cortar esto en 28 biscochitas: una para cada niño; una para tu maestra, una para el portero y una para la señora directora...¡Y dos para comernosla tu y yo en este mismo momento!
"Mañana te voy a llevar a la escuela y voy a hablar con tu maestra -continuo mama- Cuando llegue el momento ella formarà a los niños en fila. Uno por uno ellos irán diciendo "¡Martita, Martita, Por fabor dame una biscochita!" Entonces tu las iras sacando de la cacerola , las pondras en una cervilleta y le dirás :
"¡Yo soy tu amiga Martita, y aquí tienes tu biscochita!"
Y eso fue lo que justamente paso el día siguiente. Y desde entonces la rima inicial cayó en el olvido. En su lugar llegue a escuchar ocasionalmente: "Martita, Martita, Preparame otra biscochita".
Yo las hacia y las llevaba a la escuela en los días festivos.
Mis verdugos se habían vuelto mis amigos.
Años después busque en un libro de cocina muy completo las "Biscochitas"...Por supuesto, no las encontré. La receta era un secreto de mi madre. pero el ingrediente mas importante es algo que nos pertenece a todos: era la regla de oro de la Biblia: trata a los demás como quieras que te traten...(Lucas 6:31, La Biblia)

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